martes, 21 de febrero de 2012

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Acabo de recibir una voz dentro de mi oído y me convertí en un diminuto pueblo donde no pertenezco, donde quiero agitar mis manos como el viento y llegar hasta tu pelo, pero ya no es lo mismo y asi lo siento. Hay mentiras que saborean el arroz pero no alimentan..¡sé que no alimentan! pero diselo a ella la mujer de larga caballera que baila en tu vientre y en tu cabeza...sólo sé que es un diminuto pueblo donde me encuentro y la voz dentro de mi oído parece doblarse como un papel sin sentido que resbala por el aire lleno de recuerdos.

Y se escuchaba esta canción en su costilla exterior.
http://www.youtube.com/watch?v=szg-hXuVBn8

martes, 14 de febrero de 2012

Quiero




Quiero expresarte en las noches
la sonrisa de los días
decirte las duras primaveras 
que vibran y suenan de las cicatrices del tiempo.

Quiero perderme en tu vientre
tan tuyo, tan completo
ser la que te abriga en cada noche
que existen confusiones y desencuentros.

Quiero ser tuya, aunque sea por un momento
y dejar de pensar en viajes solitarios
donde soplos de amor
guardan la llegada de un verano.

Quiero dejar de huir inultilmente
de cada uno de tus pensamientos
porque sé que tu me quieres
y estoy sintiendo que yo también te estoy queriendo.


Pd: Y gracias por verme como tu me ves.

viernes, 10 de febrero de 2012

Me perdì un tiempo


"Y ahora, que estoy sentado en la puerta del invierno, comprendo que aquel no fue un tiempo perdido.
Estuve en otros sitios, caminè por otras plazas, otras arenas pisè, vi otros àrboles, parème en las ruinas de otros tiempos".
Javier Heraud


Me perdì un tiempo
no tuve miedo a la muerte
mi corazòn dejò de sembrar
el viento construyò pàjaros
que morìan en un seco corazòn.

Me perdì un tiempo
y el dìa aceptò su palidez
los ojos solo aprobaron la luz de labios
labios frìos como las noches que pasè
en las duras primaveras que abrì en mis manos.

Me perdì un tiempo
¡Es cierto, me perdì!
y la ardiente tiranìa arrancò montañas
de esas que sirven para ver el cielo,
un jardìn y una entrada.

Me perdì un tiempo
donde muertos abrazaban mi estancia
donde construìa viejas casas
casas de tètrica vestimenta
sin amor, sin verdaderas ganas.

Me perdì un tiempo
y ahì se confundìa el alba
formaba rìos de sangre
que abrìan camisas de otoño
y sepultaban mis libros de siempre.

Me perdì un tiempo
¡Y no màs! Un tiempo me perdì
poseìda por las escamas de una piel
que ahora ya no siento
asì quiera cerrar los ojos y perder de nuevo el aliento.