viernes, 28 de octubre de 2011

Corriente




Las olas suenan como campanas
cubiertas de una dorada cabellera
murmurando siempre
los lugares más prohibidos de tus ojos.

El agua fluye en la puerta tímida de tu boca
guardando el compás de sonoras celdas
y tu vida es como el nacimiento de una flor de día
iluminando y encendiendo la olvidada fosa.

Y es cuando risueña e impávida toca al sol
en los balcones de mi alma
en los balcones de mi ser
empezando a desmentir mis ojos.

Y con el alba pura de tus manos de palomas
yo desciendo de mi espalda sin sombras en la cintura
cuando desatas la corbata azul de tu vida
y el viento se lleva tu vida y la mía.

domingo, 23 de octubre de 2011

Y escribo





Te he sentido exprimiendome los oídos, doblando tus caricias y ubicandolas en las ramas de mis mañanas alfombrándolas de pétalos de luna incandescente e iluminada y tu tacto se siente con tanta piel y tu pecho lleno de borbotones de azul sangre me han revelado el por qué estas ahora sentado en mi espalda. Tus ojos son siempre un espiral de luz infinita y serena donde agito cada una de mis ideas. Tu boca un libro abierto de pensamientos que atan  la blanca nieve de tu aliento. Tus manos invaden como ríos los verbos de mi alma abandonando dulcemente las manchas de mi espejo. Ante tus pies huyen las sombras convirtiendo tus pasos en almohadas al borde de mi cabalgado ser. Y tu sonrisa, tu sonrisa de arco iris se tragaría la tierra bermeja al filo del horizonte y yo quisiera que eternamente tu sonrisa se quedara en tu boca, no quisiera despintarla y ¡si es cierto! yo la tengo colgada en una rincón muy tuyo de mi sin razón. Tú me preguntas si alguna vez escribiré en mis manos las tuyas, si mi espacio choca dos almas, si mi blanda pluma puede caber en un verso de suspiros y yo te digo que escribo, que si yo escribo es por ti.

sábado, 8 de octubre de 2011

.....



Te presentas afilando sus espinas
desahogando el lomo de su vacío
volviéndolo oblicuo cuando tu abruptamente
caes en uno de los vértices de su silencio agónico
cuando ella te nombra mudamente.

El andar dadivoso de tus manos invade matinales tardes
deslizándose por la dureza de una raíz
que teme dejar de ser ella
al arrullar tus suaves olas de laguna
en el laberinto sobresaltado de su fuego.

¿Podrá ser aquella presencia la que cante
en las ramas de la mañana y albergue sus noches?
La forma de tu cuerpo deja alegre la tristeza
y las lágrimas se convierten en pañuelos
en pañuelos agitados por el viento que expiran en tu corazón inquieto.

Frases tuyas se deslizan en el jardín de sus encuentros,
el vestido de tu pelo voltea la cara a la ciudad
donde se abren como sombrillas nuevamente la palabra ilusión
en una de las barcas de sus interminables viajes de vida
donde sin importar el por qué tallaras tu nombre
en el punto de luz que irradia sus letras, tú siendo el poema.