miércoles, 20 de junio de 2012

Sin retorno





"porque el amor no puede volar sin detenerse:
al muro o a las piedras del mar van nuestras vidas,
a nuestro territorio regresaron los besos".
Pablo!


Deteniéndote en el puerto de mi memoria
enraizándote en el árbol de mi cuerpo
eliminando las hojas de su entorno
¡Ha llegado el invierno!
en la encrucijada de una habitación
de labios abiertos que dicen tu nombre
que desmienten sentimientos
que estallan en el pecho
en el ojo de su propia cerradura
recostados en la cabecera de tu cama
y la primera sílaba que encuentro
atorada en mi garganta
danza invisible sobre el viento
abandonando espejos
de un ángel desvanecido
en un rectángulo echado
metros bajo tierra
estrellando todo lo que te debo
en los muros de rostro de hoguera
donde tu voz escucho, sube
y yo confundo la muerte,
tu muerte,
con la vida.

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