jueves, 3 de marzo de 2011

Mirando por la ventana

 "Hay algo que espero frente a mi ventana, algo que espero en la noche estrellada. 
No es la muerte porque de la muerte no espero nada. 
No es el amor, porque el amor me lo ha dado todo.
 Es algo que está entre el amor y la muerte..."
                                               Óscar Hahn





Espuma en los árboles de larga cabellera
que duermen parados a las orillas de la pista
Luces rojas y verdes
como la manzana que dejó tirada aquel niño
que ahora se pierde,
se pierde en mi almohada
El carro blanco con sus bailes de tango
pasa al costado de una chica sin paraguas de lluvia
indiferente a melodías de amar.
Los edificios, ciempiés de largas patas
que se pierden en encuentros diplomáticos
de todos los días
Las pistas afelpadas
llevan en cada poro de su piel
corazones indiferentes, llorados, amados, soñados
mientras los micros con sus dedos las acarician a diario
El viento desde acá parece el cuerpo de un sapito
que salta en mi cara, saca la lengua y me acaricia
y yo me quedo pegada en su engomada lengua.
El cielo es un tótem
donde cuelgo exclamaciones e interrogaciones
lavadas y planchadas
pero no guardadas en el rincón de mi alma,
ya que se encuentran aún
sin manos en mi cintura.
Los ruidos a ésta hora
aflojan su espalda, estiran sus piernas
y susurran tan potentes en mi oído
como el ladrido de un perro dejado en la puerta de afuera.
Al mirar nuevamente por mi ventana
espero que no encuentre almanaques de otro tiempo
sino que mis ojos como árboles
puedan descifrar las tablas de multiplicar
impregnadas en mi cabeza....
Todo eso sucede cuando miras
de manera confidencial
por la ventana.

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