"Dios es una fuente perenne; nadie da tanto como él".
Gertrud Von Le Fort
Se miran orgullosos
dos robles que jamás envejecerán
tienen mil hojas de verde esperanza
serán testigos inalcanzables del tiempo.
¡No le interesa la impasibilidad! Igual es mejor sólo observar.
Los mira, los mira desde abajo
¡No le interesa!
Los mira y los admira desde donde se encuentra.
¡Le has cumplido! ¡Nuevamente no la has dejado, no los has dejado!
Los robles están juntos
y has permitido que juntos dejen sus semillas de nuevo.
¡No se han dejado llevar por el viento!
¡No los has separado!,
por el contrario les has dado una armadura
que si le pasaran una cierra por encima
los dientes de ésta le romperían.
Sus humildes olores los respira y le dan un regalo de paz
al saber que los robles han vencido al entierro.
Quiere que los robles extiendan sus ramas
y engendren un bosque de nuevo
alborozados, enérgicos y sin miedos.
Ella los observará desde donde se encuentra.
¡Gracias, gracias de nuevo!
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