sábado, 11 de septiembre de 2010

A mi querido acompañante de lluvias y amaneceres


Intrépidos brazos que lamen mis primaveras y otoños.
Hojas descoloridas por la desnudez de mi ser
Signos astronómicos de sabores admirables
Cárceles de música y al mismo tiempo fieras del bosque
Tu voz suena en la jardinera donde coloqué la cesta de mis sonrisas
y las sombrías planicies del tablero donde recojo los escombros de mi pasado
¡Cuan hermosos son los latidos que provocas que destilen vagamente lo antiguo que hay en mí sólo con el sonido reciente de mis ayeres!
¡Eres mi cárcel, mi guardián, mi confidente y mi fiel cómplice! ¡Eres la luz del misterio de mi mundo!
Podría desterrarte en la primera gota de llanto que derramase pero sólo formaría una distancia sin sonido y crearías en mí una atmósfera de voces apagadas. 
Mis sueños, mis deseos, mis recuerdos se volverían en materias leves cubiertas de retazos de sombras...
No, no prefiero que quede cada una de tus letras entre nosotros así penetres semillas olvidadas de recuerdos. Prefiero abandonar los besos, perfumes, pieles para abrigarme en éste entorno que quiebra mi carne, mis huesos y que habla en voz alta cada uno de mis íntimos y olvidados secretos.
Escribo, escribo, escribo como una partícula oscilando en la completa necedad de labios profundos, inextinguibles, pávidos, ilusorios y aferrados a entonar sus sones preferidos.
Escribo, escribo perdida en la desembocadura de mis instintos, desnudando mis sueños, construyendo madrugadas de mi vida, muriendo hasta sentir y garabateando con frenesí cada uno de mis trazos anidandome en un abismo dorado para no caer sin fondo.
Escribo alterando las agujas del reloj, alimentando a la locura, haciendo fértiles a mis manos, ignorando los visitantes y sin importarme

Te doy mi lengua por completo y aún así me preguntas domada de tu inmoldeable vestidura: 
-Si te dijera el invierno "La Primavera está en mi corazón" ¿le creerías?
Yo respondo que sí. No me interesa lo ilógico de tu pregunta, lo disperso que está en mi existencia, lo lejos de estos dos mundos o las penetrantes tenazas que atrapan mis versos porque en mi primitiva esencia me entrego a tí.
A mi ida te avisaré y a mi regreso te visitaré. Eres "Tú" el elegido para despertar todos los amaneceres, todos los ocasos que estallan en mis líneas obstinadas de mis ensanchadas venas. Muerde y devora mis frutos porque desde hoy me refugio absorta y desligada a tu sabor, si me pierdo allá acá me encontrarás.

Los mejores versos los respiro a diario mientras castro los agujeros de las suelas temporales. Hoy mi boca rasgará tus hojas,hoy, hoy he vuelto a escribirte mi fiel amigo.

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