miércoles, 29 de diciembre de 2010

Carta a la escribidora (2)

Escribidora:
Hoy mis dedos no han podido estar tranquilos y me exigieron que cumpliera sus deseos que ésta vez si les hiciera caso y no dejara que mis pensamientos volaran y volaran. Yo creo que ellos están celosos del aire y del cielo como a ellos les dedico mis gestos de plumas y letras pero bueno hoy decidí acariciar las mejillas de mis dedos para hacerles caso.
He recibido el abrazo más largo desde mi reencuentro, he sentido como una amistad cuelga desde mi corazón sin importar en que jardín se encuentre. Ambas pisamos ahora diferentes jardines ella está pasando por el jardín el cual yo pasé y  sé que el color de la luna la acompaña cubriendo su almohada todas las noches en el cual de ahí saldrá con el tiempo agua dulce ¡lo sé porque me ha pasado! pero ahora está suspendida entre vestidos de ayer y sentimientos de hoy que permiten que se abra una sombrilla de palomas blancas y nos suspendemos en un abrazo con noche de alma ése que me deja sumisa, que me hunde en fuentes de música, que llena mi corazón de alegría, que traen el dolor de una despedida pero que disfrutan de calma y alimentan la flor de mi días ¡ése es un abrazo en el que me sigo sintiendo una gacela corriendo hacia la aurora!.
He podido recordar también que me encuentro ahora más allá de la vida que tenía, que canto en un bosque de un sólo cuerpo desvelándo a mi corazón para ir aprendiendo de pasos en el océano. Me toma esfuerzo  volver de nuevo a la orilla de un río y caminar de nuevo ahí al lado de una persona que me dirige el camino, pero sé que es parte de la estadía que me ofrece acá el aroma de ésta flor  que me permitió abrir los ojos y mirar todo lo que encuentro.

Te cuento que extraño nuestros refugios en el que nuestras pestañas se detenían y nos resbalamos entre musarañas y nos convertíamos en una de ellas transitando por mundos diferentes cubiertas de mar, noche, tardes de oro color anaranjado o gris, plumas, letras y amigos ésos los que no articulan palabras pero lo dicen todo convirtiéndolas en frases mías. Me pregunto si es que los días acá se multitplican podré encontrar a alguno de ellos...¡ojalá!

Sí, si hay pétalos de lirios de agua en el espejismo de la presencia olvidada, retazos de pensamientos bajo noches estrictas que no permiten huir entre ojos que conozco ¿ será que he perdido ése son?, quizás se ha escondido la partidura de ésa música y mi memoria no sabe cómo componerla ¿o es que está dormida y prefiere no levantarse? Es todo, una parte de ello y aquello y también un poco de esto, de imaginar que entre un mar de personas pueden arden rocíos azules y aparecer el azar ..(algo así como el encuentro a lo Córtazar....)


               

                         Tuya soy hasta que el lucero de una noche me llame a su encuentro.

                                                                                                                  Karla


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