viernes, 31 de diciembre de 2010

Carta a la escribidora (3)



Escribidora:

Ésta será la última carta del 2010 y te agradezco que hayas vuelto a mi vida, que me hayas enseñado a vivir y sentir de una manera distinta, a darme cuenta que la vida no es lo que se observa sino por el contrario es lo que no se ve, lo que sólo sientes en cada parte de tu cuerpo y te da oxigeno para levantarte cada mañana para volver a soñar y decirte ¡estoy viva!. Gracias escribidora por enseñarme a amar plumas y letras, por haberme refugiado en tí en cada noche de mi existencia sembrando rocíos azules que olvidaba y recordaba desplazándose como el vaivén de las olas en el mar de mi vida.
Te cuento que he conocido al corazón hambriento que aún se niega a eliminar su coraza, dijo cosas sencillas  y me hizo sonreír en caminos que había pasado a diario en éste lugar, vagabundos en el muelle que él más tiempo que yo había planeado ¡Es exactamente como me lo imaginaba en cada una de nuestras corrientes inalámbricas!. El sol nos acompaño en cada paso que dimos pero no escribidora, no habían gotas de lluvia pero si goces de alegría.  El corazón hambriento es exactamente como me lo imaginaba, una buena compañía para días con sol pero no de lluvia.


 He paseado hoy por las calles de Chiclayo y he visto como el mar de gente no permite realizar encuentros a lo Cortázar, yo sigo creyendo que existen pues ambas sabemos que en el mundo que vivimos existen ¡Últimamente he recordado mucho nuestro mundo!. Hoy lo recuerdo agitándo mis dedos en una laptop y acompañada de un líquido color café que no sabe como antes.
Sé que si me vieras ahora te darías cuenta que el conocerte me ha ayudado muchísimo escribidora, ahora borro instantes y creo que estos pueden durar las horas o el tiempo que yo quiero, he dejado de lado las anclas de puertos que ni conocía pero que me daban miedo ¡para que! si lo importante es sentir lo que aparece y crees en el momento.
Si es cierto, la golondrina que cayó al lado de mi ventana si aparece, no arde en las noches pero si se ha inmiscuido en los orígenes de mi música ¡y me gusta eso! porque llego a entender que es un cofre de sueños no de esos que guardan las cajas de pandora sino de ésos que te permiten crear nuevos versos.

Acá los días parece que se multiplicarán, sabes que extrañare verte sentada a mi lado dándome libros de ésos que leemos detrás de la lluvia sentadas en una madero rectangular desgantando nuestra columna y perdiéndonos entre labios que besan mi corazón pero es necesario éste mes de descanso.
Por último escribidora, nunca olvidaré que fuiste la sierva de mi melancolía y que gracias a tí conocí una nueva vida de sentir y no ver las cosas por eso prometo dar "un salud" en tu nombre, "un salud" de esos en que nos perdemos sólo las dos en letras enreveradas que nosotras entendemos, ésos salud que sólo nosotras sabemos.
Ésta es mi última carta para tí del 2010 pero no la última de nuestras vidas.
¡¡¡¡Feliz año 2011!!!!

                      Tuya soy hasta que el lucero de una noche me llame a su encuentro.

                                                                                                                  Karla




2 comentarios:

вєαтяιzнα dijo...

Como todo lo leído de ti,grandioso escrito =)

Feliz Fin de Año 2010 y Excelente Inicio 2011


Bexos y Abraxos linda ñ.ñ

Mus araña dijo...

¡Un excelente año para ti también!! Abrazos inmensos!